La más importante es estar fuera de la temporada en que las parejas de buitre leonado sacan adelante a sus proles. La segunda es que el caudal del Duratón vaya suficientemente mermado para que logre transitarse por la orilla del río. La tercera es no tener un elevado miedo a que en cualquier momento se desgarre algún pedruscón de los acantilados que rodean el convento y venga a caer desde lo alto exactamente en el lugar en el que uno esté. Esta última circunstancia, inesperado pero viable y real, ha estado del mismo modo vigente durante los 700 años en los que el convento estuvo habitado por monjes franciscanos. De hecho, no fue óbice para que, según las crónicas, personajes de la talla de Felipe II o Isabel la Católica llegaran a visitarlo.
Vamos a señalar el itinerario que suponemos más favorable para arrimarse a la hoz que protege en sus supones las ruinas del convento. Por año siguiente, 1919, un conjunto de individuos realiza una excursión ‘al antiguo convento de la Hoz’ que trascribiremos en una próxima entrada (nº 4). Las piscinas naturales de Navaluenga se convirtieron en un sitio ideal para pasar el día en familia y darse…
Monasterio De Nuestra Señora De Los Ángeles De La Hoz
La senda del río Henares en Jadraque es un bonito recorrido otoñal capaz para todo tipo de familias con pequeños… A unos 5 Km al norte de Sebúlcor, el Duratón zigzaguea por las profundidades de un cañón que el río ha erosionado a capricho durante 140 millones de años, creando el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón. El convento de Nuestra Señora de la Hoz está situado en el punto mucho más septentrional del término municipal de Sebúlcor, en pleno Cañón del Duratón, dentro del Parque Natural de las Hoces del río Duratón, y asimismo se ha delimitado un ambiente de protección como instrumento de preservación de la relación existente entre el monumento y el medio físico en que está enclavado. La historia del monasterio se marcha realizando borrosa al ir retrocediendo en el tiempo; tan sólo se da por bueno su principio, en el XIII, y su final, con la desamortización en el XIX.
El Convento Franciscano de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz fue fundado en 1231 por monjes franciscanos; fue santuario Mariano y en él se custodiaba y adoraba la imagen de Nuestra Señora de la Hoz y en 1492 se causó un derrumbe y todo el convento, salvo la iglesia, se vino abajo. El año 1231, en general recibido por los cronistas de la orden franciscana como fecha de la fundación del Convento de la Hoz, corresponde a un instante en el que todavía se encontraba muy vivo en la región el fenómeno románico. Muchos autores asociaron el hecho de la fundación del Convento de la Hoz a la preexistencia en el lugar de un considerable eremitorio anterior a la conquista árabe de la Península Ibérica. Existe un artículo de incomparable valor que nos sirve de guía para hablar de él, hablamos de la «Historia de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz.
Viaje En El Tren Histórico De Felipe Ii A El Escorial
A 4,3 km de Sebúlcor se consigue la desviación a la derecha –señalada- que acerca hacia los cortados del cañón. Novecientos metros más adelante una exclusiva señal desvía a la izquierda, hacia la explanada que sirve de aparcamiento, adyacente al rincón desde el que se contemplan las ruinas desde lo prominente. El Monasterio de Nuestra Señora de la Hoz se encuentra en lo más profundo del Cañón del Duratón . Unas evocadoras ruinas hasta las que se puede llegar andando cuando el nivel del río baja. Quizá la denominación de Portillo de las Tres Cruces, de las que no se guarda resto (ni sabemos su ubicación, aunque por diálogos algunos paisanos podían estar colocadas a lo largo de la garganta), señalaban a los viajeros el ajustado paso.
A 2,3 kilómetros de la ciudad abulense de Burgohondo se encuentra la piscina natural de Puente Nueva, un área recreativa… La ruta de los molinos pertence a las muchas rutas de senderismo que tenemos la posibilidad de realizar en la localidad abulense… La Senda de la Peña del Águila es una ruta bastante accesible y fácil para efectuar en el municipio de San Rafael en Segovia, una ruta circular de cerca de 6 km que discurre durante un espeso… Este pasado fin de semana nos hemos acercado a conocer los conocidos Campos de Lavanda de Brihuega en la provincia… La ruta del castillo árabe es una de las distintas rutas que se tienen la posibilidad de hacer en el monte de utilidad…
El Consejo de Gobierno ha proclamado este jueves Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento las ruinas del Convento de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz del río Duratón, ubicado en la ciudad Sebúlcor, en Segovia. Dos hermanos, un hombre de 80 años y una mujer de 77, cuya identidad responde a las iniciales L.G.M, y M.T.G.M, respectivamente, fallecieron… En lo más profundo de la meseta segoviana, aún resuena la tradición de hechiceros que durante siglos han curado a personas y animales con ri… No hay noticias de más obras, por lo que debemos sospechar que desde Felipe II poco cambió el aspecto del sitio, si bien arreglos y reformas se harían precisos con el paso del tiempo.
El Convento De La Hoz
A quien se pasee por los aledaños y después descienda en el fondo del cañón le asaltará enseguida la intriga de cómo es posible que, entre semejantes pedregales y médanos, pueda prosperar una red social de hombres, por pequeña y austera que sea. Sobre todo si a uno le viene a la memoria la visión de otros monasterios rodeados de fértiles campos que fueron ampliando propiedades y terrenos al mismo trote que acumulaban riquezas y elevaban los techos de sus iglesias. Así que vale hacer hincapié, a la visión de lo que se ve, que los de la Hoz eran frailes franciscanos que sustentaban sus fraternidades en el voto de pobreza y veían en la naturaleza una directa manifestación de Dios. Estos del Duratón lograban salir adelante con las dádivas de los devotos, los patronos, las huertecillas que les cabían entre las paredes del cañón y los peces que, a buen seguro, serían capaces de pescar desde las propias ventanas del convento. Y a la vista de la maravilla natural que aquí constituyen los cañones del Duratón, vivir en ellos debía ser como habitar en nuestro regazo de Dios.
La propiedad del rincón se encontraba en manos del letrado y político sepulvedano Emilio Zorrilla. Acaeció un 7 de septiembre de 1475, festividad de la Natividad de Nuestra Señora. Los monjes salvaron prodigiosamente la vida al ser la hora de maitines y encontrarse la comunidad fuera exactamente el mismo.
Antes del embalsamiento del río Duratón, el ingreso al convento se realizaba por una quebrada conocida como Portillo de la Pez (en los mapas topográficos como El Portillo) y por mayores del rincón como Portillo de las Tres Cruces. Desde este punto podemos ver una región de cruce de caminos, donde encontraremos un cartel del Parque Natural que nos enseña la dirección de nuestro destino. Dos pequeños aguantes informativos dan cuenta de la otrora indispensable composición pétrea, y sobre el convento al que encaminamos nuestros pasos. El cenobio mendicante que los hijos de Francisco de Agarráis fundaron en las profundidades del cañón excavado por el río Duratón, según los estudiosos de la Orden franciscana en 1231, cobijó en 1680 el primer colegio franciscano de Misioneros de España, fundado por Fray Francisco Salmerón. En mi reciente viaje fotográfico por el parque natural de Tajo En todo el mundo entre Extremadura y Portugal tuve la posibilidad de…
Y de qué forma fue consiguiendo, poco a poco, el aspecto de un barco tan apartado de todo el mundo que apenas se podía alcanzar por un par de senderos escabrosos. Y de qué forma los frailes escuchaban el rugir del río, a veces feroz y terrible, desde las ventanas de sus celdas, que se abrían de forma directa sobre los abismos que rodeaba la corriente. Y de qué manera llegó aquí a fundarse, en 1680, el primer colegio de misioneros de España. Y de qué manera a aquel sitio, habitado y vivido durante siete siglos, le llegó un día su hora.
Según cuentan, el lugar de la Hoz fue visitado por la católica reina doña Isabel, devota de la Virgen y a cuyas expensas se rehízo el convento tras un derrumbe de una parte del mismo. Quizá por ello tuvieron sus mucho más y sus menos las dos órdenes religiosas. Disputas por límites de características, aprovechamiento de yerbas y, de qué forma no, por las buenas truchas del río. Y no solo discusiones y litigios, aun llegaron a las manos con final trágico de muerte. “Yace un convento en una hondura horrible”, río Duratón, Segovia.
Listas Y Rincones Relacionados Con Monasterio De Nuestra Señora De La Ciudad De Los Ángeles De La Hoz
Este convento segoviano, ubicado en el cañón de las hoces del río Duratón, tiene su origen en un eremitorio y una iglesia encargada de San Pantaleón que existía en el sitio antes la invasión musulmana. Tiempo más tarde el Priorato de San Frutos, cercano al lugar y donado por los reyes a los benedictinos del monasterio de Silos en 1076, hace crear un santuario para el culto a una imagen de la virgen, que según la tradición, encuentra un pastor. Es de simple realización -4,3 km- entre Sebúlcor y el mirador sobre de las ruinas del convento. El descenso al fondo del cañón necesita buen calzado y mucha precaución, siempre que el caudal del Duratón y el reglamento del parque lo permitan. Desde La Molinilla, cerca del puente de Villaseca (paso que no tuvo un puente consistente hasta mediados los años 50 del siglo pasado), siguiendo las hoces, paralelos al río, por el sitio donde estuvo el molino, hubo un calera y quedan las paredes de la ermita de la Calleja , no podemos encontrar en los mapas consultados camino o senda alguna. Aunque siempre posiblemente los buitres leonados se hayan ido transmitiendo de generación en generación el cuento de de qué forma llegó a fundarse un convento de franciscanos en lo más hondo de un cañón con paredes vértigo, sobre un espolón rocoso que el Duratón circunda prácticamente por completo.
La prodigiosa imagen de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz fue llevada a la iglesia de los Santos Justo y Pastor, en Sepúlveda, donde siguió recibiendo culto «a cargo de los viejos patronos. El lamentable estado de la iglesia donde fue depositada, cuyas obras de restauración siguen hoy paradas gracias a la mala administración de las gestiones públicas, llevó a la Familia Lara, descendientes consagrados de los patronos de la Hoz, los Proaño, a acoger la imagen en su casa, eludiendo de esta manera su deterioro o su desaparición. En cuanto al monasterio, entendemos que hasta el siglo XX permaneció en él una familia de guardeses que lo cuidaron en la medida de sus posibilidades. Todavía queda gente en Sebúlcor que recuerda el Convento en bastante superior estado que el presente. El recorrido hasta este mágico sitio, que se encuentra dentro del parque natural de las Hoces del Duratón, puede iniciarse en la localidad segoviana de Sebúlcor, lugar desde el que se prosigue sin pérdida la señalización hacia el convento. Saliendo de él por la plaza de la Fragua y virando después a la izquierda al lograr una chopera, el paseo prosigue entre pinares una ancha pista forestal muy transitada por quienes se adentran por el cañón en piraguas.