El Reino De Dios Y El Reino Que Esperaban Los Hombres

Clarificar lo que significó para Israel la palabra Mesías es el mejor sendero para comprender el sentido genuino de la promesa judía primero y ahora cristiana. En la “modernidad anticristiana”, una síntesis gnóstico-ebionita, pone en movimiento el dinamismo del error y desfigura de raíz la mágica idea del Avance. Es esta una idea “anticristiana” en el sentido más profundo y propio de la palabra; la concreción en el dinamismo histórico de aquel secreto de iniquidad del que San Pablo dice que ya actúa y que prepara la manifestación del hombre del pecado, que se, enfrenta a todo lo que tiene por nombre Dios o recibe culto. El marxismo, heredero, secularizado hasta el antiteísmo, del concepto ebionita de la esperanza mesiánica, ha convertido en resentimiento contra Dios la esperanza infringida de la justicia sobre la tierra. De esta esperanza vivimos los cristianos; a ella nos invita la Escritura, que nos incita a esperar y nos sugiere ir a implorar con candente plegaria la humillación de los poderes anticristianos.

La buena nueva que nos trae Jesús es que Dios quiere a los hombres; y aunque estén estresados por el peso de sus culpas, por graves y numero sas que sean, pueden abrirse a la promesa del perdón de Dios. Y en la expansión musulmana efectúan los árabes lo que los judíos creían leer en sus profetas; y los “santurrones ” de Cronwell aniquilan y oprimen a los irlandeses; y los descendientes de los “peregrinos” emigrados al Nuevo Mundo se enriquecen con el exterminio de los indios y la adquisición de los hijos de Cam. En todo lo mencionado persevera asimismo el fariseísmo judaico en Occidente a través de la orgullosa lectura calvinista de la Biblia. Reinar no significa sencillamente estar por encima de los demás, sino más bien dar unas leyes, ejercer una autoridad y que te obedezcan.

el reino de dios y el reino que esperaban los hombres

Pero esta misma negación del Reino de Cristo en la historia, que desde los primeros siglos encontramos en las herejías gnósticas, se sintetiza también actualmente con el concepto humanista e inmanente de la redención. A la vez que parece exigirse un cristianismo “liberado de toda coalición”, “despolitizado”, es decir, liberado de la supervivencia del orden católico, se reduce la redención a la pelea social, y la tarea apostólica al deber temporal, que viene a ser la destrucción liberadora en frente de la tradición y al pasado. Este cristianismo es sencillamente revolucionario, pelea de clases, marxismo antiteístico. El príncipe de las tinieblas prosigue actuando el secreto de iniquidad, sugiriendo en la forma de pensar moderna las mismas deformaciones que se expresaron en Marción y en los ebionitas.

El pueblo reconoce la autoridad del rey cuando se somete y cumple sus leyes. Unas leyes que en el AT eran el decálogo y su avance en el pentateuco, leyes que el pueblo debía cumplir como signo de la coalición. En el AT el reinado de Dios se encarnaba en el reinado de los reyes, pero en el momento en que estos actuaban extraños a los mandatos de la ley, rompían de alguna forma el reinado de Dios y venía la catástrofe y el exilio. Por este motivo, tanto Juan el Bautista como Jesús empiezan el anuncio del reino de Dios con una convidación a la conversión, a un cambio de vida mucho más acorde a la ley de Dios. Para los nósticos carecía de sentido la Encarnación, ya que todo lo que hay sobre la tierra y en el mundo aparente es constitutivamente malo, efecto de un principio inferior y “caído”, esto es, del Dios de Israel. Los milenaristas aguardaban un Cristo y un reino mesiánico, cuyo sentido acertaríamos probablemente a expresar refiriéndonos a la compañía espiritual-política de los primeros califas islámicos.

El Reino De Dios Como Oferta De Felicidad

Es verdad que la cara del mesías aguardado cada vez se fué espiritualizando más, pero no cambió de naturaleza, no pasó de ser la espera de un salvador -como ciertos expresiones mucho más modernas semejan dar a entender- esperando de una situación mejor. Muchos autores espirituales de la Edad Media -pero no solo ellos- equipararon con cierta frecuencia las 4 semanas de Adviento al mismo tiempo de la Vieja Alianza en el que los progenitores de Israel aguardaban y solicitaban la venida del Mesías, esperanzas y súplicas que veían -no sin una alguna confusión de perspectivas- como actualizadas en la liturgia de Adviento. En estas palabras de un Padre del siglo II disponemos una definición estrictamente actual de la reducción del reino mesiánico en el horizonte de un humanismo judío, de una entendimiento ebionita, esto es, de defensa y revancha de los pobres, en fuerza de la cual se desdeña la felicidad y el orden sobrehumano. Así es la cruz, el trono del rey coronado de espinas, que nos cuesta entender en ocasiones hasta a exactamente los mismos cristianos.

En este momento puedes personalizar el nombre de un tablero de recortes para guardar tus recortes. Qué hicieron los sabios cuando encontraron a Jesús a quien llamaba el rey de los judíos? LOS TEMAS PRINCIPALES DE LOS PROFETAS Por Bruce MacPherson Los profetas eran mensajeros mandados por Dios para exhortar al pueblo y anunciarles las consecuencias de sus rebeliones, con el fin de restaurarlos.

Los Nombres, Tipos Y Títulos De Jesús Contribución

Ramón Orlandis, S. J., fundador de Schola Cordis Iesu, inspirador de la revista Cristiandad; el que fue profesor de varios de nosotros y asimismo de algunos amigos memorables que nos dejaron. Mas la fuerza y potencia que esta “semilla” ocultaba a los ojos humanos, manifestada en su Resurrección, han llevado al Reino de Dios a un crecimiento espectacular a lo largo de los siglos. Ese Reino es la Iglesia, que a lo largo de los siglos ha cobijado en sus ramas a hombres y mujeres de toda nación, raza o cultura. Para entender lo que Israel entendía ayer bajo el vocablo Mesías hay que remontarse a los años de la cautividad de Babilonia.

Gente de Paz tiene dentro artículos de opinión y reflexiones personales responsabilidad exclusiva de la gente que suscriben. Así, el Reino de Dios, una vez instaurado por Jesucristo con su presencia y predicación, con el tiempo va a llegar siempre a su madurez. Nada ni nadie podrá detener su avance, y con el paso del tiempo la semilla generará una cosecha abundante. Entonces, «en el momento en que el grano está próximo, se mete la hoz, porque llegó la cosecha».

Los Profetas Han Comunicado El Reino De Dios

A fin de cuentas, el reino de Dios está dentro de todos nosotros, no en las situaciones que nos tocan vivir. Quien vive pensando que las cosas se tienen que adaptar a sus esperanzas, sufrirá mucho más de lo debido sin localizar nunca reposo. No vivamos aguardando la instauración de un reino que me lleve a cabo confortable la vida humana y espiritualmente, sino más bien dejemos que el Señor reine en nosotros permitiéndonos vivir todo desde la paz que da su presencia. La paz que radica en el corazón nadie nos la podrá quitar, pese al ruido externo que nos toque soportar. La paz que aguardamos de fuera nos llenará de frustraciones, pues no siempre la vamos a tener.

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Para los hombres de el día de hoy no siempre resultan agradables los términos “soberanía, reino, señorío”. De alguna forma los tenemos asociados a dominación, imperialismo, prepotencia, fuerza opresora. Hay aquí un claro desacuerdo entre el pensamiento bíblico, donde el rey era el gerente de Dios y tenía que encarnar su justicia y su amabilidad, y las ideas de la gente que, como atestigua la historia, ha tenido que sufrir en más de una ocasión los abusos de poder de los mandatarios absolutos. La palabra Mesías, como todos saben, es un vocablo hebreo que significa Ungido; la versión griega de los LXX -que era la que utilizaban las primitivas comunidades cristianas- tradujo con precisión el vocablo en el momento en que vertió la palabra Mesías por el vocablo griego Cristo.

Mismo Si Bien Isaías Lo Advirtió, Acaz No Deseó Percibir Las Observaciones De Dios Murió En El Momento En Que Tenía Solo 35 Años

Este Domingo, el Evangelio nos trae 2 parábolas en las que Jesús nos enseña el desarrollo del “Reino de Dios”. “Haré marchar los ciegos por un sendero desconocido y les haré pisar senderos ignorados. Frente su faz haré de las tinieblas luz, de lo escarpado liso; todo lo que Yo digo así lo cumpliré y no les voy a dejar.” “La altivez del hombre será abatida y la soberbia de los hombres va a ser humillada, y sólo Yahveh será ensalzado aquel día”. La Escritura presenta con insistencia al pueblo escogido por Dios pobre y oprimido, y a los gentiles opresores como poderosos y ricos; se asegura la liberación de los oprimidos en frente de las naciones y a los poderosos soberbios. Rafael Gambra nos ha hablado con rigor y profundidad de la dialéctica hegeliana.

En tal sentido, podemos tener un acercamiento en el momento en que, movidos por el bien común, llevamos a la práctica las acciones propias del Reino. Un reino que significa la liberación total y global de la creación, la purificación de todo lo que la oprime y la transformación de la sociedad, en tanto que el Reino siempre y en todo momento está presente donde los hombres realizan la justicia, buscan la fraternidad, se excusan mutuamente y fomentan la vida. El reino de Dios no solamente se instituye de forma humilde y silenciosa, sino que ha de crecer en medio de la cizaña. No podemos aguardar que nos pongan una alfombra roja en la vida si deseamos continuar al Señor Jesús. No podemos soñar con que el Señor nos evite los inconvenientes, las tentaciones y las adversidades. La semilla del reino debe de crecer en medio de las pruebas con la seguridad del poder de Dios en la mitad de su pequeña grey.

De este modo la visión del futuro Mesías esperado salió trasformando y espiritualizando, al menos relativamente y por la parte de ciertos. Sin que por este motivo desaparezca totalmente -ni muchísimo menos- la promesa y la figura de un Mesías en el sentido estricto de rey sustituto de David y de Sedecías. El judío sospecha que para el católico son ésas vanas e ilusorias esperanzas del pueblo judío, que veía en el Mesías a quien debía restituir el reino a Israel.