Qué difícil es leer y escribir cuando las letras se emborronan por culpa de tener los ojos cuajados de lágrimas. Es así como me siento tras leer El día que el cielo se caiga de nuestra querida Megan Maxwell, quien con una gran carga de coraje ha escrito una novela donde estoy segura que ha dejado parte de su corazón, su alma y también lágrimas que comparte con sus lectoras. Cuando fallas a un amigo, si es amigo, quizá te vuelva a dar una segunda ocasión y enmendarás el error. Si el que te ha fallado es de tu sangre, cuesta comprenderlo por ese vínculo que se tiene con él.
De ahí en ocasiones que aparezcan las comunes decepciones, los encontronazos, las desavenencias…. Solemos darle mucha relevancia al parentezco sanguíneo, pero… ¿es aproximadamente importante que la lealtad en una relación?
Y no por este motivo debemos evaluar, sancionar y aún menos despreciar. Comportamientos como estos crean distancias y hacen que en el día a día, encontremos mayor lealtad en los amigos que en la familia. La educación tiene como finalidad ofrecer al planeta personas seguras de sí mismas, capaces e independientes para que logren alcanzar su felicidad, y a su vez sepan ofrecerla a el resto. Ofreciendo un amor sincero que no impone y que no controla.
La Sangre Te Hace Familiar, La Lealtad Te Hace Familia
No os perdáis este maravilloso libro, con el que disfrutareis, llorareis, reiréis y un sin fin de emociones mucho más. Si queréis comprender el desenlace de esta emotiva y dura historia, ahora podéis empezar a leer sus páginas. A los años, Nacho escoge irse a Londres y Alba se queda con su familia, donde la relación entre ambos se distancia, Nacho conoce a una chica y Alba se casa, pero su matrimonio es un fracaso y escoge proceder a visitar a Nacho a Londres. Alba y Nacho, nuestros personajes principales, se conocen desde que son pequeños gracias a un grave accidente de los padres de él. Su relación es maravillosa igual que con el resto de los hermanos de Nacho.
Los fallos del ayer ya pasaron y sanar las heridas que aún lastiman es la única forma de dejar ir esos recuerdos del pasado. Hay progenitores y mamás que se sorprenden de lo diferentes que son los hermanos entre sí… ¿De qué forma puede ser si son todos hijos de un mismo vientre? Es tal y como si dentro del núcleo familiar tuviese que existir una armonía explícita, ahí donde no hayan excesivas diferencias, donde absolutamente nadie deba salirse del “patrón” y todo esté controlado y en orden. Si, de pasión por la vida, por enamorarse de las cosas mucho más pequeñas, y de comprender preservar esos pequeños recuerdos que nos hacen felices.
Claudialee_0815 Libros
Todas la gente en el momento en que llegamos a este planeta tenemos una familia biológica destinada que no podemos elegir. Una mamá, un papá, quizás un par de hermanos, tíos, primos, abuelos y un sinfín de familiares enmarañados en todo el árbol genealógico. Pero, alén de un vínculo sanguíneo, la lealtad te convierte en familia.
Hogares en donde los progenitores no se encargan de sus hijos y los abandonan o hay casos de abuso físico y emocional. En el momento en que tiene éxito y todos se desean, es la perfección, te arropa y te da seguridad, seguridad, cariño, amor. En cambio, en el momento en que la personalidad de alguno de sus integrantes de sangre está podrida por la natural tendencia hacia querer más que el otro, si bien ese otro sea tu hermano o tu primo, es ahí en el momento en que sale a la luz el verdadero rostro de la maldad llevada a cabo carne, tu carne. El poder sobre el dinero y sobre los demás, te transforma en una suerte de alimaña que es capaz de comer desaforadamente lo que tenga a mano, normalmente, a su familia próxima. No lo sé, pero tengo que sospechar que fue alguien a quien algún familiar decepcionó tanto que prefirió quedarse con el calor de la amistad sincera.
Por esa razón es mucho más difícil olvidar o perdonar. Es más bien difícil volver a dar otra oportunidad a quien te falló, por el hecho de que puede regresar a llevarlo a cabo. El ser humano es lamentable, repulsivo frecuentemente. Hacemos y creamos familias pues queremos a alguien y asimismo deseamos que ese amor se consume y convierta en una personita que nos siga por el sendero hasta que logre llegar a caminar sola y cree otro círculo perfecto, el de el. Pero, en ocasiones, el círculo deja de serlo, se abre y se rasga, se transforma en dos líneas paralelas que no volverán a cruzarse, pero permaneciendo siempre la una a una distancia prudencial de la otra.
Pídeme Cuanto Quieras, Ahora Y
Un cariño que no sanciona por como uno sea, piense o actúe. Si, de un amor fraternal, del amor que se siente hacia tu otra mitad, hacia las personas que te hicieron ser quien eres el día de hoy. Yo aun me animaré a leerlo en alguna ocasión más. A veces, tenemos la “obligación ética” de tener que seguir manteniendo contacto con esos familiares que nos hacen daño, que nos incomodan, que nos sancionan. La personalidad es dinámica, se crea día a día y no atiende a las barreras que en ocasiones, intenten levantar los padres o las madres.
Puesto que el adulto demostró por medio de sus acciones lo que siente por el pequeño. Y, en esas oportunidades, puede que distanciarse se convierta en la mejor opción alternativa en el momento en que es posible. En el momento en que leemos Escrito por Megan Maxwell uno espera romance, pasión, humor En el momento en que El día que el cielo se caiga llegó a mis manos, lo abrí sin ni siquiera pararme a leer la síntesis, sin buscar críticas y sin preguntarme ¿qué me esperará?
No obstante, algo que debemos tener claro es que nuestra personalidad no se trasmite genéticamente al 100%, se pueden heredar ciertos rasgos, y sin duda, el vivir en un entorno compartido nos hará comunicar una sucesión de dimensiones. Pero los hijos no son moldes de los progenitores, ni éstos van a conseguir nunca que los pequeños sean como ansían sus esperanzas. A veces se tiende a meditar que ser familia supone compartir algo más que la sangre o un mismo árbol genealógico. Existe quien prácticamente de modo inconsciente, piensa que un hijo debe tener los mismos valores que los progenitores, compartir una misma ideología y tener un patrón de conducta similar.
Si, del humor que siempre hace falta para lograr sortear ciertos baches que el destino, la al azar y la vida siempre y en todo momento nos ponen en frente. Gracias Esencia por este título, por hacerme plañir y meditar, gracias por presentarme unos individuos que me acompañaran durante bastante tiempo. En lo personal conozco un Nacho y una Alba, no por los motivos de la novela, sino más bien por el mismo que habla la autora en su epílogo, cuando pienso en ello se me pone la piel de gallina y les aseguro que el planteo de esta novela podría ser tan real como la vida misma.
El Día Que El Cielo Se Caiga
No les voy a mentir, es un libro donde vamos a sufrir , cuenta con momentos que son desgarradores y de un gran derrumbe sensible, es una historia dura, un dramón, pero con lo que te quedas al final es con el positivismo que emiten los individuos. Es un viaje por las vidas de Alba y Nacho con sus altibajos y esa forma de quererse, pero también de toda la gente extraordinaria a su alrededor. Esta historia va del amor y la amistad completamente desinteresada, de familia aun sin ser de sangre, de coraje y valor. El día que el cielo se caiga charla de una familia formada por la buena intención, por el cariño puro y sincero y sobre todo por la intención de serlo.