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Todo ello sumado a una arquitectura musical que acentúa lo dramático y nos retrata a don Juan como un hombre libre que no renuncia a su naturaleza y se condena como un acto propio de su libre albedrío. XVII esLa venganza en el sepulcro, atribuido a Alonso de Córdova según reza el original. Una obra a la que se ha prestado poca atención que imita El burlador y nos presenta al protagonista como un bravucón jactancioso que también es castigado por la justicia divina. Un carácter rufianesco y ruin que se mantiene en el drama que escribe Antonio de Zamora un siglo después. Losprimeros imitadores de Tirso fueron los comediantes del arte italianos, que se centran en el carácter transgresor del personaje, evitando la responsabilidad del alegato teológico y acentuando los elementos cómicos. De la mano de estas compañías itinerantes la historia de historia legendaria donjuanesca pasa a Francia donde el héroe recobra importancia, convirtiéndose en manos de Molière, en un personaje más inteligente que ardiente, espléndido a la par que descreído.
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Don Juan Tenorio
En el siglo XVII España vive un tiempo de retracción. Pestes, sequías y guerras marcan una época de luces y sombras, de oro y harapos. Un ámbito de contrarreforma en que la religión es regla de vida y valores como el honor, la fugacidad de la vida o el principio de justicia poética cobran importancia. A ello se añade el apogeo del género dramático y la genialidad de algunos artistas como Tirso de Molina. No se ha podido añadir el producto a la lista de deseos.