Contiene 0,34 mg de hierro, 11 mg de calcio, 182 mg de potasio y 0,06 mg de cobre por cada 100 g. Al tiempo, la sandía tiene dentro mucho más zinc y fósforo y es más baja en sodio, con 1mg por 100g. El melón tiene dentro 1,11g de proteínas por 100g, lo que es sutilmente superior al de la sandía, cuyo contenido en proteínas es de 0,61g por 100g.
En cambio, el melón es más rico en vitaminas del conjunto B, que son esenciales para mantener nuestros tejidos en perfectas condiciones. Por su lado, el melón luce por su alto contenido en potasio, igualando la cantidad de potasio que tienen los plátanos pero con la mitad de calorías. Asiste para la contracción de los músculos, incluido el corazón, y a que el ritmo cardiaco se mantenga estable. Se ha demostrado que incrementar el consumo de potasio en el día a día promueve el equilibrio en la presión arterial, progresando los problemas de hipertensión.
Calorías Y Valores Alimenticias
Como estas frutas son ricas en agua y bajas en calorías, los dos alimentos tienen la posibilidad de influir de forma positiva en el perder peso en general. Además, con moderación, las dos frutas pueden ser opciones a estimar para la dieta ceto, en tanto que las proporciones totales de hidratos de carbono son bastante bajas en la sandía y el melón. Por un lado, la sandía tiene dentro 21 kcal por cada cien gramos de fruta y, el melón,28 kcal por cada cien gramos.
Ambos nutrientes son necesarios para conseguir un buen desempeño del organismo. Ambas frutas son una fuente importante de fibra, lo que las dota de un alto poder laxante que nos asiste a mantener nuestro cuerpo libre de sustancias tóxicas que tan mal le hacen. Consumir melón o sandía es una buena opción para la gente que prosiguen una dieta de adelgazamiento, y no solo por su bajo aporte calórico, sino más bien porque es una esencial asistencia en el momento de depurar el organismo y apresurar el tránsito de los alimentos. Pese a todo no es necesario que nos decantemos solo por una alternativa, las dos son igual de buenas y de hecho no está reñido comer melón y sandía. Que se trate de frutas muy similares y propias del verano no significa que no puedan consumirse a la vez.
Equiparando La Sandía Y El Melón
Haced una dieta sana y equilibrada, teniendo en cuenta la información nutricional de cada alimento. Nuestro consejo es que antes de creer nada caminando juntillas, contrastéis la información, con fuentes de información fiables. Para seleccionar un melón o sandía en su punto justo de maduración tenemos que examinar la parte que toca el suelo. Si tienen un tono amarillo y la piel cede un tanto, nos los tenemos la posibilidad de llevar a casa. Tiene el triple de triptófano que el melón, un aminoácido fundamental en la nutrición humana que nos asiste a reposar bien por las noches.
Pese a que tanto sandía como melón son 2 frutas de verano muy recomendables, ya que son que hidratan, diuréticas y saludables, Sánchez sugiere primar el melón sobre la sandía. “Si el melón tiene un índice glucémico medio, de 60, el de la sandía es de 70, que ya se considera alto”. Esto quiere decir que la sandía, con un mayor índice glucémico, provocará un pico de glucosa en sangre que hará que volvamos a requerir azúcar en poco tiempo. Además, al tener menos fibra que el melón nos saciará menos.
Provecho De Su Consumo
De este modo, casi no hay diferencia entre las dos frutas, si bien sí que es cierto que el melón está sutilmente sobre la sandía. Ambos alimentos tienen un bajo contenido en hidratos de carbono; el melón tiene dentro 6,58g por 100g, y la sandía 7,55g por 100g. Tiene dentro 0,9 g de fibra por 100 g, al paso que la sandía solo contiene 0,4 g por 100 g.
Además de esto, también es popular que ambas frutas son muy buenas para la salud, en tanto que son dulces, tienen muy pocas calorías y son refrescantes, por el hecho de que están compuestas en su enorme mayoría por agua. Por otra parte, tienen algunas diferencias en su composición. Al tiempo que la sandía tiene más vitamina A en su composición, el melón le gana en la vitamina C, que ayuda a buen funcionamiento de nuestros órganos. Hay mucho más diferencias en sus características nutritivas, dado que la sandía es una fuente potasio i licopeno, un antioxidante que sostiene a nuestras células jóvenes mucho más tiempo, y que además de esto es el responsable de ofrecerle el tono rojizo tan característico.
Melón: Propiedades Y De Qué Manera Elegirlo Para Que Sea Dulce
Ambas son muy bajas en calorías a causa exactamente de este contenido elevado en líquidos, lo que las transforma en alimentos muy recomendados en dietas de adelgazamiento. Pero a la hora de hablar de las ventajas nutricionales las diferencias son mayores. La sandía por ejemplo es un tipo de fruta que tiene mucho más agua en su composición y poquísimo azúcar. Destaca su alto contenido en vitamina C y A y en minerales como el potasio que se encargan de regular nuestro cuerpo. La sandía es una fuente esencial de licopeno, un fuerte antioxidante que contribuye a nuestras células a permanecer jóvenes por mucho más tiempo. El melón en cambio tiene dentro otras vitaminas y elementos que en la sandía están en proporciones mucho más inferiores, como es el caso de las vitaminas del grupo B, fundamentales para mantener nuestros tejidos jóvenes por mucho más tiempo.
Se refiere al porcentaje de agua que tiene cada una de estas frutas. La sandía tiene un 90% de agua, en la medida en que el melón presenta un 86% de agua. Dice el refrán que “el melón por la mañana oro, por la tarde plata y por la noche mata”, es un enorme ejemplo de que la sabiduría habitual en ocasiones falta a la verdad. No es verdad que no se deba comer melón durante la noche, como tampoco lo es que no se pueda tomar tras comer, ni mezclado con otros alimentos, ni que haya que evitarlo en el caso de dietas de adelgazamiento por su contenido elevado en azúcar. Por su parte, la refrescante sandía contiene un pigmento, el licopeno, que contribuye a impedir el cáncer de próstata y es antioxidante. Con solo una taza de sandía cortada conseguimos solo 48 calorías.